dotar a los proveedores de EFP, altos cargos y operadores, de la capacidad de desarrollar estrategias de posicionamiento sostenible para convertirse en proveedores de servicios integrados a empresas y operadores del territorio capaces de apoyar procesos de crecimiento económico/social, innovación y empleabilidad

aumentar las competencias de los gestores/operadores de FP capacitándolos para desarrollar modelos de negocio operativos y empresariales también digitales con el fin de posicionar la institución de forma competitiva y al mismo tiempo sostenible en el tejido económico del territorio, respetando la doble naturaleza de las realidades formativas dedicadas al desarrollo de personas y sistemas que necesitan cualificarse como operadores económicos para sobrevivir y prosperar.

liberar a los centros de FP de la dinámica proteccionista de la financiación pública, que es segura pero peligrosa a largo plazo, ya que genera visiones limitadas.